CAPITULO 3:
JUGADOR DE FÚTBOL O JUGADOR DE PLAY?
LIGA VS LIGA
Sres, me presento, mi nombre es Gustavo Rodríguez, tengo 34 añós, soltero, sin hijos, sin compromisos y con ganas de asumirlos a la brevedad. Periodista, Procurador y próximo a recibirme de abogado si dios y la santa virgen maría quieren, Entrenador de Fútbol y adicto a la buena música, la diversión, la charla hasta largas horas con amigos y la cerveza en el momento indicado para poder hablar de política y de la vida.
Como todo oriental, no me quedaba otra que involucrarme con el fútbol, en este país se nace con el pan debajo del brazo ya que somos bastante gorditos y propensos a las comidas con mucho pan y con una pelota debajo del brazo. Hoy en día también diría que tenemos además anhelos más ambiciosos como por ejemplo que nuestros hijos barones nazcan con una zurda maravillosa y que los ilumine el señor y se los cruce Paco Casal por la vida. Para los que no tubimos esta suerte, no nos quedó otra que terminar jugando en el fútbol universitario. Ojo, la liga es la liga y hay muy buenos jugadores de fútbol que quizás no tengan como meta hacer dinero y ganarse mujeres en la vida sino seguir estudiando y perfeccionarse como profesionales o simplemente pasen por la liga porque estén sin otra cosa que hacer y acompañen el domingo de mañana tomando mate.
Me siento orgulloso de todas las camisetas que vestí en la liga y ya les conté cual fue mi gran amor, pero siempre el destino me cruza una rubia espectacular por delante con terribles curvas y seguramente por un largo tiempo le seré infiel para entregarme en las garras de esta rubia azul y oro que me está seduciendo cada día mas. Me siento orgulloso de ser un hombre de la liga, como describir lo que es la liga?, es una pasión, un sentimiento, un sin sentido, un grupo de gente loca que se anima en este mundo convulsionado y sin principios intentar llevarles principios y valores a los jóvenes universitarios. El competir ya es sano, porque obliga a uno mismo a luchar contra uno mismo para superarnos, pero si además lo hacemos en un ambiente protegido, lleno de gente que labura en serio para que cada domingo el 10 % de la población estudiantil pueda competir y correr detrás de una pelota y detrás de una ilusión.
La liga es mágica, pero ha sufrido una gran transformación y por esa mentalidad muy nuestra de no querer perder ni a la bolita se ha dado la profesionalización de las funciones en los equipos de fútbol. Todos los equipos intentan tener una adecuada preparción y llegar al domingo de la manera más competitiva posible.
Si bien el espíritu de la liga es formar profesionales para la vida y para la sociedad, espíritu que comparto totalmente yo quiero en este capítulo hablar de los razgos y las características del jugador de la liga.
Un verdadero kamikase oriental, un sadomasoquista o quizás un loco soñador seducido por la pasión del fútbol. Juntarse luego de estudiar, trabajar o ambas cosas para poder entrenar y levantarse el domingo semi dormido por el cansancio para ir a jugar e intentar ganar, hay que tener primero ímpetu, segundo huevos, tercero un amor y una adhesión a la camiseta y querer compartir un grupo de amigos.
Como todo en la vida, cambia, si tengo que hacer una critica a la liga quisiera decir en forma sana y constructiva que es sumamente elitista en algunos sentidos, pero que ese elitismo se ha ido superando con el gran crecimiento y permite al más humilde equipo poder participar.
Me tocó estar como jugador en las dos veredas, en un equipo muy grande, en otro mediano y en otro chico pero de corazón enorme y me tocó dirigir un equipo grande de corazón pero de mucha pobreza económica y grandeza en valores.
En un equipo grande, el jugador encuentra toda la indumentaria correcta, encuentra confort, buenas canchas, lugares de entrenamiento, hasta viáticos y pago de sueldos en algunos casos. Y los entrenadores son sumamente profesionales con grandes sueldos y viáticos. En un equipo mediano, es el codo a codo, el poder subsistir, la famosa rifa, el famoso sponzor y pensar en el partido y en la cuota que hay que pagar, en un equipo chico, es tratar de llegar a once y que alguno no venga borracho del baile.
Tenemos al talentoso, al gordo re tronco, al que se la cree que la mueve, y al humilde sebador de mate que nunca va a entrar a la cancha pero sigue y acompaña.
Cada uno a su manera, es parte de ese corazón enorme que se llama equipo. Quien sea tan talentoso y se eluda a dos o tres pero deje de cara al gol al más horrible para darle su minuto de gloria ese es el verdadero crack, quien tenga limitaciones y marque para entregársela al más habilidoso ese es el verdadero crack, quien sabe que no va jugar por una lesión y el domingo no se queda durmiendo y va alentar, ese es el verdadero crack.
Si a todas estas virtudes le sumamos juego colectivo, seremos invencibles dentro y fuera de la cancha.
Estas son la condiciones necesarias para ser jugador de la liga, antes que nada el todo, luego yo.
La revolución universitaria pretende mover las estructuras de la liga en un fútbol moderno, dinámico, constructivo, que forme jugadores para la sociedad y que aleje al joven de lo malo para convertirlo en un atleta que se forme como ser humano para la sociedad.
Una sociedad que nos bombardea con play station, una sociedad que nos bombardea con jugadores mágicos, con esos mismos mágicos jugadores no pasando controles anti dopajes. Una sociedad llena de drogas sociales, una sociedad llena de vicios, de maldad y egoismos. Entonces, podemos sentarnos frente al play y ser mágico, maravilloso y unico o podemos ser todos mágicos maravillosos y unicos en servicio de una causa, el grupo.
Jugar al play, soñar con mágicos goles o hacerlos en una cancha siendo protagonista vos mismo de tu vida sin que nadie te la dirija.
Elecciones tenemos todos los días en la vida, a la derecha tenemos al angel que nos guia a la izquierda al demonio que nos tienta, pero solamente los iluminados sabrán cual es el camino y en este camino de formación de la revolución, reitero, solo los valientes, los fuertes de corazon, pero los sanos de corazón, los fieles devotos de esta religión que se llama fútbol sobrevivirán.
Los invito a un grande, pero para jugar en un grande, hay que sentirse jugador de equipo grande, respetar al rival significa querer vencerlo y si ganamos será por la máxima virtud el equipo y si perdemos ser dignos, levantar la cabeza y abrazarnos porque se pudo perder una batalla pero no la guerra.
Tener mentalidad ganadora y fijarse que nuestro corazón esté listo para librar la batalla. Para ello debemos prepararnos adecuadamente y pensar en como decía alma fuerte: “nunca darnos por vencidos, ni aun vencidos”.
Si sentis el futbol con el corazón y querés lograr esta revolución univesitaria, el camino esta ahí y entre todos lo iremos recorriendo, tan solo les indico una guia. Dios será el todo poderoso que señalará mi ruta.
EXTRAIDO DEL LIBRO – LA REVOLUCION UNIVERSITARIA
CAPITULO 3º - GUSTAVO RODRÍGUEZ- ENTRENADOR- PERIODISTA
JUGADOR DE FÚTBOL O JUGADOR DE PLAY?
LIGA VS LIGA
Sres, me presento, mi nombre es Gustavo Rodríguez, tengo 34 añós, soltero, sin hijos, sin compromisos y con ganas de asumirlos a la brevedad. Periodista, Procurador y próximo a recibirme de abogado si dios y la santa virgen maría quieren, Entrenador de Fútbol y adicto a la buena música, la diversión, la charla hasta largas horas con amigos y la cerveza en el momento indicado para poder hablar de política y de la vida.
Como todo oriental, no me quedaba otra que involucrarme con el fútbol, en este país se nace con el pan debajo del brazo ya que somos bastante gorditos y propensos a las comidas con mucho pan y con una pelota debajo del brazo. Hoy en día también diría que tenemos además anhelos más ambiciosos como por ejemplo que nuestros hijos barones nazcan con una zurda maravillosa y que los ilumine el señor y se los cruce Paco Casal por la vida. Para los que no tubimos esta suerte, no nos quedó otra que terminar jugando en el fútbol universitario. Ojo, la liga es la liga y hay muy buenos jugadores de fútbol que quizás no tengan como meta hacer dinero y ganarse mujeres en la vida sino seguir estudiando y perfeccionarse como profesionales o simplemente pasen por la liga porque estén sin otra cosa que hacer y acompañen el domingo de mañana tomando mate.
Me siento orgulloso de todas las camisetas que vestí en la liga y ya les conté cual fue mi gran amor, pero siempre el destino me cruza una rubia espectacular por delante con terribles curvas y seguramente por un largo tiempo le seré infiel para entregarme en las garras de esta rubia azul y oro que me está seduciendo cada día mas. Me siento orgulloso de ser un hombre de la liga, como describir lo que es la liga?, es una pasión, un sentimiento, un sin sentido, un grupo de gente loca que se anima en este mundo convulsionado y sin principios intentar llevarles principios y valores a los jóvenes universitarios. El competir ya es sano, porque obliga a uno mismo a luchar contra uno mismo para superarnos, pero si además lo hacemos en un ambiente protegido, lleno de gente que labura en serio para que cada domingo el 10 % de la población estudiantil pueda competir y correr detrás de una pelota y detrás de una ilusión.
La liga es mágica, pero ha sufrido una gran transformación y por esa mentalidad muy nuestra de no querer perder ni a la bolita se ha dado la profesionalización de las funciones en los equipos de fútbol. Todos los equipos intentan tener una adecuada preparción y llegar al domingo de la manera más competitiva posible.
Si bien el espíritu de la liga es formar profesionales para la vida y para la sociedad, espíritu que comparto totalmente yo quiero en este capítulo hablar de los razgos y las características del jugador de la liga.
Un verdadero kamikase oriental, un sadomasoquista o quizás un loco soñador seducido por la pasión del fútbol. Juntarse luego de estudiar, trabajar o ambas cosas para poder entrenar y levantarse el domingo semi dormido por el cansancio para ir a jugar e intentar ganar, hay que tener primero ímpetu, segundo huevos, tercero un amor y una adhesión a la camiseta y querer compartir un grupo de amigos.
Como todo en la vida, cambia, si tengo que hacer una critica a la liga quisiera decir en forma sana y constructiva que es sumamente elitista en algunos sentidos, pero que ese elitismo se ha ido superando con el gran crecimiento y permite al más humilde equipo poder participar.
Me tocó estar como jugador en las dos veredas, en un equipo muy grande, en otro mediano y en otro chico pero de corazón enorme y me tocó dirigir un equipo grande de corazón pero de mucha pobreza económica y grandeza en valores.
En un equipo grande, el jugador encuentra toda la indumentaria correcta, encuentra confort, buenas canchas, lugares de entrenamiento, hasta viáticos y pago de sueldos en algunos casos. Y los entrenadores son sumamente profesionales con grandes sueldos y viáticos. En un equipo mediano, es el codo a codo, el poder subsistir, la famosa rifa, el famoso sponzor y pensar en el partido y en la cuota que hay que pagar, en un equipo chico, es tratar de llegar a once y que alguno no venga borracho del baile.
Tenemos al talentoso, al gordo re tronco, al que se la cree que la mueve, y al humilde sebador de mate que nunca va a entrar a la cancha pero sigue y acompaña.
Cada uno a su manera, es parte de ese corazón enorme que se llama equipo. Quien sea tan talentoso y se eluda a dos o tres pero deje de cara al gol al más horrible para darle su minuto de gloria ese es el verdadero crack, quien tenga limitaciones y marque para entregársela al más habilidoso ese es el verdadero crack, quien sabe que no va jugar por una lesión y el domingo no se queda durmiendo y va alentar, ese es el verdadero crack.
Si a todas estas virtudes le sumamos juego colectivo, seremos invencibles dentro y fuera de la cancha.
Estas son la condiciones necesarias para ser jugador de la liga, antes que nada el todo, luego yo.
La revolución universitaria pretende mover las estructuras de la liga en un fútbol moderno, dinámico, constructivo, que forme jugadores para la sociedad y que aleje al joven de lo malo para convertirlo en un atleta que se forme como ser humano para la sociedad.
Una sociedad que nos bombardea con play station, una sociedad que nos bombardea con jugadores mágicos, con esos mismos mágicos jugadores no pasando controles anti dopajes. Una sociedad llena de drogas sociales, una sociedad llena de vicios, de maldad y egoismos. Entonces, podemos sentarnos frente al play y ser mágico, maravilloso y unico o podemos ser todos mágicos maravillosos y unicos en servicio de una causa, el grupo.
Jugar al play, soñar con mágicos goles o hacerlos en una cancha siendo protagonista vos mismo de tu vida sin que nadie te la dirija.
Elecciones tenemos todos los días en la vida, a la derecha tenemos al angel que nos guia a la izquierda al demonio que nos tienta, pero solamente los iluminados sabrán cual es el camino y en este camino de formación de la revolución, reitero, solo los valientes, los fuertes de corazon, pero los sanos de corazón, los fieles devotos de esta religión que se llama fútbol sobrevivirán.
Los invito a un grande, pero para jugar en un grande, hay que sentirse jugador de equipo grande, respetar al rival significa querer vencerlo y si ganamos será por la máxima virtud el equipo y si perdemos ser dignos, levantar la cabeza y abrazarnos porque se pudo perder una batalla pero no la guerra.
Tener mentalidad ganadora y fijarse que nuestro corazón esté listo para librar la batalla. Para ello debemos prepararnos adecuadamente y pensar en como decía alma fuerte: “nunca darnos por vencidos, ni aun vencidos”.
Si sentis el futbol con el corazón y querés lograr esta revolución univesitaria, el camino esta ahí y entre todos lo iremos recorriendo, tan solo les indico una guia. Dios será el todo poderoso que señalará mi ruta.
EXTRAIDO DEL LIBRO – LA REVOLUCION UNIVERSITARIA
CAPITULO 3º - GUSTAVO RODRÍGUEZ- ENTRENADOR- PERIODISTA
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